Las 4 décadas y 1 año de Damon Albarn

Lo sé, no subí nada el día 23 de marzo. Un día casi sagrado para mi. Pero sí subi una fotito de Damon en mi flog. También fui a sacar pasaporte ese día, sólo porque era el día de SU cumpleaños. Y pensé en él.

Pero él no se entera de estas cosas. Ni siquiera sabe que existo (ohh que triste jaja).

Ni siquiera fue capaz de venir a Chile en el año 1999, cuando Yo lo esperaba con la carita llena de ilusión, con la plata para la entrada más cara, con un plan para verlo y todo... y no vino (no vinieron los muy mamones).


Quería escribir sobre el cumpleaños de Damon... ¿por qué siempre recuerdo el año 1999??? Recordar eso me hace odiar tanto a Blur, a cada uno de sus integrantes, profunda e intensamente.




En fin, Damon ya tiene 41 años... ya no es tan guapo como antes, pero me gusta demasiado la vida que lleva ahora. Ya no es el pendejo que se creía el más cool del mundo (realmente era odioso). Eso es lo que más me amo de él. Me gusta que ahora ande en bicicleta. Eso es ser demasiado cool. Me gusta que se vaya a África, que conozca a gente común y corriente, que le guste su música y que la incluya en sus proyectos. Me gusta que tenga muchos proyectos paralelos y que se rodee de gente distinta. Me encanta que haya grabado un tema de Gorillaz con Ibrahim Ferrer. Me gusta ver un DVD de Gorillaz que tengo, donde Damon está siempre "atrás del telón" cantando y tocando piano... sólo sale en los últimos temas y da más gusto verlo. Me gusta que haya escrito temas más personales, sin hablar en 3º persona todo el tiempo. Me gusta que evolucione. Me gusta que sea zurdo. Me gusta que se averguence de muchas cosas que dijo en sus tiempos de "superestrella". Me gusta que no sea alumbrado. Me gusta como ríe. Me gusta que sea mal actor y que por esa razón haya decidido seguir en la música. Me gusta que hable en contra de la guerra. Amo que sea vegetariano. Y amo sus silvidos cuando pronuncia las "eses" al hablar. Eso lo hace tan adorablemente exquisito.


Pueden pasar los años, Damon puede perder un diente... o dos... o todos. Puede engordar. Puede perder el pelo. Pueden pasar muchas cosas. Pero aun así, Damon será siempre Damon. Y Damon es mi ídolo, mi amor platónico de la vida. Sólo por era razón, todos los 23 de marzo, en mi mente, en mi imaginación, en mis fantasías de nena pequeña, creeré que le susurro al oído "Feliz cumpleaños Damon... muchas gracias".